De Paz Octavio
La misión de los hombres, a un tiempo condena y salvación, consiste en inventarlo cada día. Algunas generaciones no se atrevieron y repitieron mecanicamente los gestos del pasado, hasta petrificarse; otras, mas cercanas, poseídas por los demonios del cambio y del odio del pasado, covirtieron el futuro en un idolo monstruoso. Sacrificaron el presente por una palabra que hoy se ha disipado. Pero la inveción del futuro no implica la destrucción del pasado. Ahora sabemos que nunca muere del todo y que es vengativo: a veces resucita en forma de pasiones espantables y obesesiones inocuas.
1 Comments:
Como dice el narrador boliviano Jesús Urzagasti: "El pasado será por siempre imprevisible".
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